Compañera cuando desfibrilas a octubre en un arrebato de nostalgia.
Puta cuando se te enquista la cama y hay que sajarte el deseo.
Enfermera cuando hay que lamerte el sudor sin dejar huellas.
El muñequito de la novia en tu tarta de tal cumpleaños.
Vecina cuando te quedas sin sal para los puerros.
Institutriz cuando tus hijos se van de casa.
Enemiga cuando me toques los cojones.
Juez de línea cuando te metes una raya.
Bastón cuando te fallan los cimientos.
Dama cuando ganas las elecciones.
Ensalada de tu menú del día.
Micrófono cuando la afonía.
Madame cuando amanece.
Lobotomía de tus miedos.
Partera de tu niño interior.
Madrileña por tu mundo.
Katiuska cuando llueve.
Tu mesilla de noche.
"Y" cuando copulas.
Sal de frutas.
Camaleón.
Zorra.
Niña.
Yo.
La forma del poema es perfecta, y también me ha encantado el verbo "desfibrilar" y eso de ser bastón o juez de línea.
ResponderEliminarSi lo miras de lejos, entornando los ojos, parece un torbellino. Si lo lees de cerca, con los ojos abiertos, lo confirmas, amigo Sancho.
ResponderEliminarMás cosas.
ResponderEliminarLo digo en italiano que suena más rotundo, más envolvente: MERAVIGLIOSO
ResponderEliminarA tus pies.
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