Me subo el largo de la falda y me instalo detrás de la gasolinera, siempre que la decadencia así lo aconseja.

miércoles, 2 de octubre de 2019

[otros] Soneto

PASA LA VIDA

menudo atardecer te estás perdiendo,
por cogerle los bajos a la vida:
rojas nubes negocian con la cima
como llamas falaces de un incendio.
 
se encabritan -las zorras- en el pleito
menstruando su arrebol con calma chicha
abriéndole a la bóveda una herida
ignorando, sublimes, lo que siento.

y te veo sentado en el poyete
absorto en la pantalla de tu móvil
tan conectado y a la vez tan lejos.

eligiendo el mejor de los emojis
pensando que la vida es un juguete
y tú, su concejal de los festejos.





YA NO SOY LULA MAE

 

Ya bajé la escotilla de mi vientre
nunca más volveréis a hacerme un hijo
Llegó la hora de volar el puente,
de escupir en  los fosos del castillo

 De coser subterfugios en los dientes
que finjan sonreír sin hacer ruido
De atornillar los miedos en la frente
y emprender la aventura de uno mismo

 Ya no queda bastante maquillaje
Y mis muertos se salen de sus cajas
Tantos pinos cultivados con tesón…

 Os daré a probar de mi brevaje
Esperad. Sólo quedan cuatro balas
Preparada estoy, que suban el telón



HOMBRECILLOS DE JENGIBRE

Os creéis muy chulitos por pilila
ir mostrando, orgullosos, como locos
comparando -inocentes- con los otros
quién la tiene más larga y más sibila.

Y el colgajo refleja la medida
de lo iguales que son los diplodocos
a los hombres que encienden los matojos
de las hembras que pasan por sus vidas.

Aun con todo me ponen muy brutaca
esos hombros esbeltos, esa guisa.
Me ponéis los ovarios por corbata.

No seré yo, dios mío, quien combata.
¿Por qué dejar de ser sacerdotisa
y evitar ese fuego que me abrasa?





viernes, 13 de septiembre de 2019

Morir cuesta

Se está muriendo un hombre mientras hago la compra. A mí me hacen falta cebollas y a él salud. Respira bronco, ansioso, aunque no se da cuenta ya de nada. Le cojo su mano y desprende calor, a las mismas puertas de la muerte, qué cosas pasan. He cogido dátiles y paraguayas. En algunos sitios les dicen paraguayos, pero la muerte es la muerte siempre, da igual dónde. 
Se está muriendo el mismo hombre mientras hago el gazpacho, ya está la compra colocada. Un año peleando en vano, batalla perdida, así que finalmente somos unos pringados. Todavía no hemos entendido nada. Con bien de aceite, que le da un saborcito...
Leo en la net noticias sobre incendios pavorosos, topless bravucones y opas hostiles, mientras él sigue muriendo. No le veo, pero ya me he llevado en la retina el color de su cara, cetrino, y el estado de sus orejas: es lo primero que se le ha muerto, antes que él. Arrugadas, oscuras caracolas inservibles. Pues igual hago lentejas para mañana. 
Sus manos son grandes o él ha menguado, no las recordaba así en su vida. Se está muriendo un hombre pero todavía no. Recojo la ropa mientras espero la noticia. Pero qué mierda es todo, la ropa antes era de mejor calidad. Fumar mata, pero tardas un año como mínimo; eso es lo peor de morirse, los ruidos que haces al respirar. Me siento vacía, mientras se muere un hombre. A ver qué me pongo mañana, qué raro, mañana otra vez a seguir, qué obrita hemos montado. Escuche, señora, ¿oye eso? Es el estertor de un hombre muriendo. Ábrase un perfil en meetic, mientras.
El cáncer te come pero por dentro. Eso es lo más jodido que te puede pasar, porque no lo ves ni lo sientes hasta que no te estás muriendo. Se está acabando el gel, llueve. Lloro mientras se muere un hombre y el show must go on: hay que arreglar cajones, colgar una cortina y fregar los platos. Qué falta de respeto, todo.


-No te mueras, joder. No te mueras que estás muy cerca y nos da miedo Tenerla Tan Cerca, aquí al lado, que La he visto a tu vera, esperando, y me ha dado más miedo que Cuando Está Lejos. No te mueras, no nos hagas esto. Pero si te he visto hace unos meses, positivo, contento... no te mueras, joder. Que me remueves los cimientos y me cago viva. Este vacío tan lleno...

También se está muriendo un hombre mientras ceno. A ver cómo afronto mañana el resto de mis días, si todo me parece absurdo y me estoy quitando el glúten de mi zona de confort. A ver. Pues hoy no recojo la cocina y tú ahí, muriéndote, igual ya estás muerto, aunque no es tan fácil como decirlo, morir cuesta. El lavavajillas está medio lleno, no te mueras, coño.
Hay un hombre muriendo mientras pienso lo raro que es vivir.