A que me vuelve a pasar que avanzo a destiempo, que almaceno
abanicos de escayola, que acaparo atenciones que no me pertenecen, que abdico en favor de mis varices, que apadrino otra cebra, que aumento las bolsas de mis
ojos a base de nochenvelas, que acredito mi buena cuna mordisqueando chupetes
de azúcar, que arranco la moqueta de la próxima habitación de hotel en la que
me desfloren, que apisono el parqué, que armo la de San Quintín en mis bragas,
que ausculto crucifijos, que abro las piernas antes de que abras tú la cartera,
que acaricio suavemente la espalda de mi asesino, que articulo palabras
ininteligibles cuando me nombran Miss Ensenada Mortal, que abogo a favor del
chocolate como cemento hidráulico.
A que me vuelve a pasar que abandono a los hijos que ya no
voy a tener en cualquier bidé de carretera, que apaciento colchones ajenos y
los saco a pasear los domingos, que alquilo mi coño por días, que abrazo
herejías, acoto los márgenes y achaco todas mis arrugas al cambio climático.
A que me cago en la puta.
Lo difícil que resulta en ocasiones distinguir las autovías de las comarcales aferentes. Ergo, me cago en la puta.
ResponderEliminarQué maja eres, venus.
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