Me subo el largo de la falda y me instalo detrás de la gasolinera, siempre que la decadencia así lo aconseja.

miércoles, 2 de octubre de 2019

[otros] Soneto

PASA LA VIDA

menudo atardecer te estás perdiendo,
por cogerle los bajos a la vida:
rojas nubes negocian con la cima
como llamas falaces de un incendio.
 
se encabritan -las zorras- en el pleito
menstruando su arrebol con calma chicha
abriéndole a la bóveda una herida
ignorando, sublimes, lo que siento.

y te veo sentado en el poyete
absorto en la pantalla de tu móvil
tan conectado y a la vez tan lejos.

eligiendo el mejor de los emojis
pensando que la vida es un juguete
y tú, su concejal de los festejos.





YA NO SOY LULA MAE

 

Ya bajé la escotilla de mi vientre
nunca más volveréis a hacerme un hijo
Llegó la hora de volar el puente,
de escupir en  los fosos del castillo

 De coser subterfugios en los dientes
que finjan sonreír sin hacer ruido
De atornillar los miedos en la frente
y emprender la aventura de uno mismo

 Ya no queda bastante maquillaje
Y mis muertos se salen de sus cajas
Tantos pinos cultivados con tesón…

 Os daré a probar de mi brevaje
Esperad. Sólo quedan cuatro balas
Preparada estoy, que suban el telón



HOMBRECILLOS DE JENGIBRE

Os creéis muy chulitos por pilila
ir mostrando, orgullosos, como locos
comparando -inocentes- con los otros
quién la tiene más larga y más sibila.

Y el colgajo refleja la medida
de lo iguales que son los diplodocos
a los hombres que encienden los matojos
de las hembras que pasan por sus vidas.

Aun con todo me ponen muy brutaca
esos hombros esbeltos, esa guisa.
Me ponéis los ovarios por corbata.

No seré yo, dios mío, quien combata.
¿Por qué dejar de ser sacerdotisa
y evitar ese fuego que me abrasa?





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